Un ameno repaso sobre lo que las civilizaciones antiguas habían conseguido alcanzar en relación a su conocimiento del cosmos. Esta disciplina, la arqueoastronomía, es la base de este libro, que estudia, así, las observaciones astronómicas que hicieron las civilizaciones previas y cómo sus descubrimientos afectaron a su propia cultura. El autor explora los observatorios antiguos o prehistóricos hallados en lugares tan dispares como China, Babilonia, Escocia o Perú. Relaciona las mitologías religiosas de distintas culturas, discute la influencia de la astronomía en los ritos funerarios y otros rituales, y comenta algunos lugares emblemáticos como Stonehenge.