Parte monografía de historia natural, parte diario de un artista, esta monografía documenta los extraordinarios esfuerzos realizados para conseguir unos homenajes públicos a las especies de aves extinguidas en tiempos modernos. Como una crónica del impacto del hombre en un mundo cambiante, esta obra es una oda a las especies perdidas. Algunas especies como la Gran Alca, el Periquito de Carolina, y la Paloma Viajera habitaron Norteamérica.
Como proyecto que pretende homenajear a estas especies, las esculturas presentadas en este libro se colocaron en el último lugar donde fueron registradas en el campo, esto es, en una amplia variedad de sitios, desde Newfoundland a Florida, de Ohio a Martha's Vineyard. Han tardado 10 años en realizarlo, y ha sido el tema de un documental que fue premiado en Nueva York en diciembre de 2011.