En este libro, George McGhee describe la ubicuidad del fenómeno de la evolución convergente y lo conecta directamente con el concepto de restricción evolutiva - la idea de que el número de caminos evolutivos a disposición de la vida no son infinitas, sino bastante limitados. La evolución convergente se produce en todos los niveles, desde pequeñas moléculas orgánicas a especies enteras. McGhee demuestra su ubicuidad en los animales, tanto de herbívoros y carnívoros, en las plantas, en los ecosistemas, en moléculas como el ADN, las proteínas y las enzimas, e incluso en la mente, describiendo el comportamiento de solución de problemas y el comportamiento de grupo como los productos de la convergencia.
Para cada ejemplo usa diferentes especies, ofrece una lista abreviada de los nodos principales de su clasificación filogenética, lo que permite al lector ver la relación evolutiva de un grupo de especies que han evolucionado de forma independiente un rasgo similar por evolución convergente. McGhee analiza el papel de las limitaciones funcionales y del desarrollo en la producción de la evolución convergente, y considera las implicaciones científicas y filosóficas de la evolución convergente en la previsibilidad del proceso evolutivo.