Nueva edición en tapa rústica. El hecho de antropomorfizar las reacciones de los animales para compararlas con las humanas está en el centro de un debate sobre nuestra comprensión del mundo emotivo de los animales. Sin embardo, el uso de moral es tal vez la única manera de explicar comportamientos observados en animales como el duelo de una hembra de gorila por la muerte de su bebé, que duró varias semanas, o el cuidado que una elefanta tuvo de un joven que fué herido por un gran macho, o el hecho que una rata paró de apretar la palanca de suministro de comida en cuanto vió que esa acción causaba que otra rata recibiera un shock eléctrico. para los autores, estos hechos evidencian que los animales poseen inteligencia emocional e incluso sus propias reglas morales individuales.
Los autores combinan en esta obra años de conocimientos en investigación cognitiva con anécdotas interesantes y emotivas, para mostrar la gran variedad de respuestas emotivas de muchos animales, como la ecuanimidad, empatía, confianza y reciprocidad. Comportamientos y respuestas que tienen sus raíces en la evolución del comportamiento, inteligencia emocional y flexibilidad comportamental. Al final, los autores concluyen que no hay ninguna separación moral que distinga los humanos de los animales, pues en situaciones parecidas las reacciones pueden ser paralelas, así que la moralidad es una característica evolutiva que muchas especies comparten de una u otra manera.