A partir de la idea de igualdad moral, autonomía y prosperidad para todos los seres sintientes y con intereses propios, los autores plantean un nuevo modelo integral de las relaciones entre seres humanos y animales, así como de los distintos modos en que los propios animales pueden vincularse con las instituciones políticas, las prácticas de soberanía del estado y las nociones de ciudadanía, territorio, pertenencia, autonomía, colonización o migración. Se conforma así la base de una nueva comunidad (de humanos y animales) regida por un concepto compartido de justicia.