En el escenario de un jardín, cada acontecimiento es un pequeño milagro, y Nicolas Jolivot ha sabido recoger en estas páginas un testimonio delicado, luminoso y profundamente conmovedor.
Tino, cuya silueta resulta familiar a los lectores del libro «Viajes por mi jardín», asume aquí el papel estelar. Sin embargo, lejos de proponer un estudio naturalista que desmenuce a un ave anónima, el autor regala la biografía íntima de este mirlo singular. Desde la ternura de su vida conyugal hasta sus inquietudes más elementales, desde los sucesivos nacimientos de sus crías hasta las relaciones con sus vecinos, desde la finitud inevitable de la existencia hasta el consuelo eterno del renacer estacional...