La pérdida mundial de biodiversidad se está produciendo a un ritmo sin precedentes. A pesar del considerable esfuerzo dedicado a la ciencia y la gestión de la conservación, todavía se carece incluso de los datos más básicos sobre la distribución y densidad de la mayoría de las especies de plantas y animales, lo que a su vez dificulta los esfuerzos por estudiar los cambios a lo largo del tiempo. Además, a menudo faltan datos de comportamiento de los mismos animales más influenciados por los cambios ambientales; Esto se debe en gran parte a las limitaciones financieras y logísticas asociadas con la recopilación de datos científicos sobre especies que son crípticas, están ampliamente distribuidas, se extienden por áreas extensas o están influenciadas negativamente por la presencia humana.
Para superar estas limitaciones, los conservacionistas emplean cada vez más la tecnología para facilitar dicha recopilación de datos. Las soluciones innovadoras han sido impulsadas por avances en tecnología de conservación. El uso de cámaras trampa, sensores acústicos, datos de satelitales, drones y algoritmos informáticos para analizar los grandes conjuntos de datos recopilados se está generalizando cada vez más.
Aunque se encuentran disponibles libros especializados sobre algunas de estas tecnologías individuales, este es el primer texto completo que describe la amplitud de la tecnología disponible para la conservación y evalúa sus diversas aplicaciones, reuniendo a un equipo de expertos internacionales que utilizan una amplia gama de enfoques.