Los parques nacionales han sido siempre un símbolo icónico y emotivo, desde que fueron creados los primeros parques de la era moderna a mediados del siglo XIX. Esta obra profundiza en su significado y personalidad, y en qué contexto se han desarrollado.
Esta obra celebra el atractivo que encierran los parques como lugares salvajes o espectáculo para millones de visitantes, pero también remarca cómo no hay nada inevitable ni sin costes para su mantenimiento y accesibilidad. Los primeros parques se convirtieron en iconos a medida que el transporte motorizado democratizó su uso. Pero al mismo tiempo provocó conflictos al producir desposesiones para las comunidades locales e incluso a veces segregaciones deliberadas de esos núcleos locales de su propio paisaje y fauna. Un examen crítico de cómo se han desarrollado los parques, que será de interés para los que deseen comprender el movimiento conservacionista.