A lo largo de los últimos cinco siglos, el edificio de la ciencia se ha construido sobre tres pilares fundamentales: la limitación del derecho de entrada asociada a la elevación y especialización de los conocimientos requeridos; la transformación de cualquier aspiración de dominación en la ambición y el empeño por avanza r en el conocimiento científico de la realidad dirimiendo las diferencias mediante la razón y el juicio de los pares; y, por último, la profunda convicción llevada a la práctica de que solo el desinterés, afirmando la independencia de la investigación científica puede, a la larga, engendrar interés. Ese ejercicio de independencia llevó a la ciencia a creer que su objeto, que su responsabilidad, podía ser del todo ajena a sus consecuencias y efectos sociales. En este libro se analiza como a finales del S-XX esto ha tenido efectos fatales.