Con su ingenio habitual Peter Atkins trata de dar respuesta a preguntas habituales sobre el nacimiento y la muerte que se intentan dar a menudo desde las distintas religiones. Presenta lo que la ciencia tiene que decir. Si bien reconoce la comodidad que algunos encuentran en la creencia, declara su propia fe en la capacidad de la ciencia para revelar las verdades más profundas.