El autor lleva a los lectores de este libro a través de un repaso histórico y científico para mostrar que a lo largo de la historia ha habido diversas maneras para explicar por qué el cielo es azul. Comienza a partir de mitos antiguos y la filosofía, para acabar a través de las explicaciones de la ciencia óptica, la estadística física, y el declive de la capa de ozono. Aún de forma más importante, enfatiza hasta qué punto fue crucial que los científicos descubrieran que el color azul del cielo depende de la vida en la Tierra y de la capa de ozono en la atmósfera. Sin el impacto de la actividad microbiana, seguramente el color del cielo no sería azul, así como sin la capa de ozono. Finaliza añadiendo como componente final en la valoración del color la importancia de la percepción y la capacidad cognitiva, tan diferente entre individuos.