Los primeros europeos en pisar América se maravillaron de la abundancia natural del nuevo continente. los cielos estaban llenos de aves, mares y ríos llenos de peces, las praderas y los bosques eran los sueños de los cazadores, con poblaciones abundantes de ciervos y bisontes. Por suerte muchos colonos documentaron con textos e ilustaciones lo que allí descubrieron, antes de que algunas especies desaparecieran para siempre de la mano de los mismos colonos. Esta obra presenta el conjunto de los mejores documentos de esta época en una recopilación que nos permite evocar Norteamérica en toda su esplendor y belleza, justo cuando se habia descubierto pero no se había colonizado en su gran mayoría.
El autor nos ofrece este entorno con prosa histórica e investigaciones científicas, para mostrar cómo era y cómo se veía a través de los ojos de los descubridores y exploradores que lo vieron por primera vez. El texto y las ilustraciones examinan la naturaleza en el contexto histórico de la progresión humana a través de su geografía: desde el Atlántico, la Costa Este, el Carine, la Costa Oeste, Baja California y las grandes llanuras.