El autor nos narra cómo su equipo y él llegaron a la conclusión de que la superfície de Europa es en realidad una corteza tan fina que apenas puede esconder un océano de agua líquida debajo de ella. Nos explica cómo este océano es calentado por la fricción de las mareas de esta pequeña luna, que rota a la vez que orbita el immenso Júpiter, y cómo estas mareas provocan la actividad en la superficie de la que se tiene evidencia. El calor, la química, y las conexiones entre el océano y la superfície aportan las condiciones necesarias para la presencia de vida, incluso en este lugar remoto, fuera de lo que se conoce como la 'zona habitable'.
Este libro describe en términos claros y técnicamente correctos - y con la ayuda de más de 100 fotografías de missiones espaciales de la NASA - la historia de la investigación espacial sobre Europa durante las últimas cuatro décadas, con una visión íntima de cómo la ciencia con mayúsculas se lleva a cabo, pero también sobre cómo los intereses personales y políticos han tenido y todavía tienen un gran poder de influencia en la investigación de Europa.