La gestión ambiental de los ecosistemas marinos es más compleja que las de los terrestres. Durante los últimos años ha ido creciendo una conciencia ecológica sobre el modo en que se ha de gestionar y planificar en las áreas de ecosistema marino, incluyendo dentro de estas las zonas de costa, una de las partes del planeta más habitadas y al mismo tiempo más sensibles a las alteraciones del hábitat. Todo ello ha desembocado en que se aborde de manera novedosa la planificación y gestión de estos recursos, de forma que incluso se han desarrollado políticas específicas, totalmente revisadas, en zonas como los Estados Unidos o la UE. Estas políticas promueven la integración de las ciencias naturales y sociales, a la hora de abordar las políticas de planificación.