Cuando observamos, poco a poco, noche tras noche, somos capaces de apreciar más detalles en el cielo. Va pasando el tiempo, y sin saber cómo, conocemos el firmamento: las constelaciones, las estrellas, los objetos. Para el observador cada objeto del cielo es un pequeño misterio que descubrir. Cada galaxia y cada nebulosa contienen una clave y obligan a plantearse multiples preguntas: ¿Estará al alcance de mi telescopio? ¿Se veran los brazos espirales? ¿A qué distancia está? ¿Por dónde empezar? En este libro se encuentran las respuestas a estas y otras preguntas que se plantean cuando queremos mirar al cielo.