UN ÚNICO EJEMPLAR DISPONIBLE.
Los dos lugares más extremos del planeta --y en gran medida sin explorar-- son las profundidades marinas y la Antártida. Si sumamos ambos, entenderemos el reto que significa fotografiar la naturaleza submarina del continente blanco, tanto por sus dificultades como por lo sorprendente de su fauna. A su más conocida macrofauna (pingüinos, focas, orcas y ballenas), se suman invertebrados de enorme tamaño, como medusas de hasta un metro de diámetro y con tentáculos de nueve metros, esponjas en las que cabe un buceador y que alcanzan una edad de centenares de años, o con especiales adaptaciones como las algas criofílicas y los peces notoideos, que sobreviven gracias a que su cuerpo produce moléculas anticongelantes. Norbert Wu es un destacado fotógrafo submarino estadounidense que ha podido acceder a la remota bahía de McMurdo gracias a la U.S. National Science Foundation. La variedad y equilibrio de imágenes que nos ofrece cubre desde tomas aéreas de las llanuras árticas, icebergs e hielos flotantes, hasta paisajes donde los pingüinos montan guardia, cuevas de hielo bajo los glaciares o científicos en sus tareas. Ya en el mar, nos ofrece imágenes de cetáceos, excelentes tomas de focas y pingüinos buceando, hielos flotantes con sus estalactitas de hielo desde esta perspectiva única, así como una variada fauna de peces e invertebrados que, si no es tan colorista como la de aguas más cálidas, lo compensa con sus adaptaciones únicas. Jim Mastro resume en la introducción cuarenta años de investigaciones científicas --con la experiencia que le da haber trabajado allí catorce años-- que prolonga con la extensa información de los pies de fotos. Adicionalmente, un índice fotográfico --sin datos técnicos-- nos permite conocer las condiciones en las que se realizaron las tomas. Un libro muy completo de un tema singular.