La revolución científica del siglo XVII supuso un paso de no retorno en la historia de la humanidad. Representó el nacimiento de la ciencia moderna así como una nueva manera de observar el mundo. En esta obra Lawrence Lipking ofrece una nueva perspectiva sobre cómo comprender qué sucedió entonces, argumentando que la imaginación artística y la creatividad significó un papel crucial, tan grande como el del pensamiento racional, para abrir los ojos a los descubrimientos en cosmología, historia natural, ingeniería, y las ciencias de la vida. Galileo, Kepler, Francis Bacon, Descartes, Thomas Browne, Robert Hooke, e Isaac Newton, fueron algunos de los grandes nombres de la ciencia que surgieron en aquel período.