En parte memorias, en parte libro de paisajes naturales y en parte de jardinería, este libro narra los hechos cotidianos del jardín de la autora en Norfolk. Ofrece un escenario diferente, donde la naturaleza se convierte en un socio igualitario, un "jardinero" en sí mismo. En un contexto de estaciones desordenadas, observa cómo su jardín "accidental" se reorganiza. Las hormigas siembran semillas de prímula en la hierba reseca. Las gallinetas comunes suelen anidar en los árboles. Una espectacular rosa autosembrada brota en la grava. El jardín se convierte en un lugar de fusión cultural y ecológica, y quizás en una metáfora de un planeta en problemas.