Las interacciones entre los super depredadores y sus presas son una de las más increíbles y significativas que existen en la naturaleza, en las que se muestran la fuerza, la resistencia y una profunda historia coevolutiva. Y quizás no hay un depredador más impresionante e importante en sus correrías de caza que el lobo. Debido a los hábitats donde habita, su velocidad, y en general gran éxito evitando a los humanos, los que han estudiado al lobo se han encontrado con grandes obstáculos para estudiar su comportamiento de caza. Este es el primer libro enfocado explícitamente sobre el comportamiento de caza del lobo. Combinando datos de comportamiento, miles de horas de observaciones de campos, investigación de la literatura, y un soporte gráfico excelente, los autores crean una obra magnífica sobre el tema. El lobo es obviamente un gran cazador, capaz de derribar presas mucho mayores que él. Adaptado sobre todo a cazar herbívoros, una manada de lobos puede en realidad matar individuos de casi cualquier especie. Pero incluso aunque el lobo ayuda a mantener los ritmos de los ecosistemas donde habitan, esto no es sin un coste, ya que el lobo destina casi un tercio de su tiempo a la caza. Su éxito en la caza se produce por viajar grandes distancias, persistiendo a pesar de los fallos regulares, detectando y tomando ventaja de las deficiencias en las condiciones físicas de los individuos que son sus presas, y a través de un proceso de ensayo y error continuo, siempre bajo el riesgo de sufrir heridas o la muerte.
Esta obra describe y analiza los comportamientos de caza de diversas presas que incluirían ciervos, alces, renos, carnero de Dall, cabras de las Rocosas, bisontes, bueyes almizcleros, liebres árticas, castores y otras especies.