Mediante una serie de tablas y criterios estandarizados, dirigido al público inglés, esta obra pretende mostrar cómo se pueden usar las plantas para evaluar la salud del medio ambiente, simplemente contemplando la comunidad vegetal que tenemos delante. Las plantas nos pueden servir de indicadores del estado del hábitat, pues la presencia de ciertas especies sugieren una medida de la probabilidad de que ciertas variables estén presentes (acidez del suelo, presencia de ciertos minerales, pluviometría, erosión, etc...). El autor de esta práctica obra ofrece así una serie de sugerencias sobre qué indica cada una de las especies examinadas en forma de ficha.