Los autores muestran cómo la fe ciega en modelos matemáticos puede y ha llevado a errores de gestión de recursos naturales, cegando los gestores e investigadores del uso del sentido común, la razón y las pruebas sustanciales. Con ejemplos reales a través de la historia se muestran las consecuencias de estos errores de planificación, predicción y gestión, que le ha llevado a la extinción de especies marinas, desaparición de playas enteras, envenenamiento de valles mineros y prácticas surrealistas de gestión de residuos nucleares.