Aunque hay un consenso sobre el hecho que todos necesitamos conectar con entornos naturales imbricados en nuestra sociedad habitual, como jardines o parques, en esta obra los autores sostienen, de manera un tanto provocativa, que todos necesitamos conectar con la naturaleza salvaje, la que es propiamente incontrolada, no domesticada, ni manejada por el hombre. Una naturaleza que amemos aunque al mismo tiempo temamos. Como especie provenimos de un pasado salvaje, mucho más que el que conocemos en nuestro día a día. Esta obra ofrece sugerencias para conectar con ese lado verdaderamente salvaje de la naturaleza, protegerlo, y recuperarlo, tanto para nuestro perspectiva psicológica como para nuestro desarrollo físico, que nos permita florecer como especie.
Los autores que contribuyen en el volumen proporcionan toda una serie de puntos de vista sobre lo que se considera genuinamente salvaje, nuestra necesidad sobre ello, los comportamiento humanos más ligados a este pasado, pasiones como la sexualidad o la agresividad, la observación de pájaros como un portal para lo salvaje, la fascinación que sienten los niños por la fauna salvaje, así como el verdadero trabajo que hace la conservación del medio natural.