El mar, la montaña, el desierto o sobre las islas... el turismo consiste a menudo en descubrir o observar la naturaleza. ¿Pero esta atracción del viajero hacia las maravillas del mundo no puede volverse en su contra? Redes de carreteras desmultiplicadas, construcciones inmobiliarias pesadas, gastos inconsiderados de agua o en combustible, son algunos de los vínculos con el turismo que corren el riesgo de corromper las bellezas y riquezas naturales. Ante estos efectos, una conclusión se impone: es imprescindible controlar la industria del turismo. Pero el deseo de viajar y descubrir no es negativo, puede ser el motor de una mejor protección del medio ambiente. En este libro Jean-Pierre Lozato-Giotart pone de manifiesto que es posible practicar un turismo inteligente, transformar el turismo en ecoturismo.