Las ciencias históricas -geología, paleontología, y arqueología- han contribuido enormemente a nuestra comprensión del pasado. Cómo ha sido esto posible teniendo en cuenta que esas ciencias trabajan con solo rastros o lo que queda para poder establecer inferencias? En esta obra Adrian Currie explica que los científicos de esas disciplinas son 'omnívoros metodológicos', con una variedad de estrategias y técnicas a su disposición. Eso nos dice que debemos confiar en su capacidad para descubrir la verdad que se esconde en el pasado. Unos paleontólogos describieron, por ejemplo, un ornitorrinco prehistórico a partir de un solo resto de un diente.
A partir de estas premisas, Currie examina los complejos razonamientos de estas ciencias, considerando también reflexiones filosóficas y científicas sobre las relaciones entre el pasado y el presente, la naturaleza de las evidencias, y el progreso científico.