Para que el hombre pueda entender y descubrir maneras de abordar los problemas sociales y ecológicos complejos, primero tenemos que encontrar la intimidad en nuestros lugares y comunidades particulares. Ello a menudo incluye un proceso de negociación que involucra tanto a la ciencia como a la sensibilidad. Mientras que la ciencia es una parte clave de una sociedad adaptable y resistente, el cultivo de un renovado sentido del lugar y de la comunidad es esencial también. Esta obra aboga por la necesidad de la ecología para comprometerse con los valores filosóficos y las motivaciones económicas en un proceso político de negociación, con el objetivo de dar forma a un tratamiento de la naturaleza de los seres humanos. Michael Vincent McGinnis pretende replantear la ecología para alcanzar una mayor conciencia "trans-científica", al tiempo que sostiene que el conocimiento ecológico profundo de lugares concretos será crucial para el apoyo a una sociedad sostenible. Se utilizan numerosos estudios de casos específicos de hábitats marinos para ilustrar cómo puede producirse la negociación ecológica basada en el lugar, y cómo reformular nuestro proceso de negociación puede influir en la conservación, la restauración y las políticas ambientales de manera efectiva.