Después que se estudiara a fondo el genoma humano, y fuera comparado con el de la especie más cercana, el chimpancé, los científicos han comprobado que nos separan de ellos solamente un 1.6% de diferencia genética. En este ensayo, el autor trata de comprender qué es lo que nos hace únicos respecto al resto de criaturas, sobre todo los chimpancés, si en realidad compartimos con ellos casi la totalidad de genes. Pequeñas diferencias en el código genético puede dar lugar a diferencias profundas en la cognición y el comportamiento. Nuestras capacidades nos dan la responsabilidad de proteger y preservar el mundo natural, incluyendo los primates en peligro de extinción. Sin embargo, para los fines de la sociedad humana y los conceptos humanos, como los derechos, no vamos a pretender que los chimpancés son seres humanos sin educación. Las diferencias entre humanos y chimpancés van más allá de los procesos cognitivos y de la similitud en los genes, como producto de la evolución del cerebro humano a lo largo de 12 millones de años.