Tras siglos de persecución -y décadas de razonable protección-, los grandes mamíferos salvajes están recuperando los ambientes que les son propios a lo largo y ancho de España, donde juegan un papel clave en los ecosistemas. Los herbívoros, aprovechando la biomasa forestal y manteniendo espacios abiertos; los depredadores y carroñeros, eliminando individuos enfermos y controlando plagas. Unos y otros, dispersando semillas o como especies presa.