El cambio climático global afecta la productividad y la composición de las especies de los ecosistemas acuáticos de agua dulce y marina al elevar las temperaturas, la acidificación de los océanos, la radiación solar excesiva y la radiación visible. Los efectos sobre el bacterioplancton y los virus, el fitoplancton y las macroalgas tienen consecuencias de gran alcance para los consumidores primarios, como el zooplancton, los invertebrados y los vertebrados, así como el consumo humano de peces, crustáceos y moluscos. Ha afectado más a la habitación de los océanos ártico y antártico. El aumento de la contaminación proveniente de la escorrentía terrestre, los desechos industriales, municipales y domésticos, así como el transporte marítimo y los desechos plásticos, también afectan los ecosistemas acuáticos.