La primera muerte de Louise Gray es un desastre. Deja a un conejo herido y cree que finalmente muere agonizando. Pero la experiencia le enseña una lección y, posteriormente promete hacer justicia a su muerte, continuando con su búsqueda sobre lo que realmente significa matar y comer animales.
Inspirada por las convenciones sociales en las cenas de gente de clase media, donde todo el mundo dice que se preocupa por el bienestar animal, Louise Gray propone encontrar exactamente de donde viene la carne que comemos. El libro lleva al lector por todo un recorrido desde el campo a la mesa, incluído el momento de la muerte del animal. A veces chocante y siempre iluminadora, la historia promete hacernos plenamente conscientes sobre los granjeros y pescadores que se hallan detrás de nuestras comidas, si no además sober los animales en sí mismos.
Comenzando con animales pequeños, Louise caza palomas y ardillas, aprendiendo a desollar y cocinar de la manera tradicional. Louise se infiltra en las élites de la caza y comenta si se puede justificar la caza de aves. Visita mataderos y descubre cómo han sido sacrificados y procesados los animales, y qué efecto tiene sobre los hombres y las mujeres que lo hacen en nuestro nombre.
El animal más grande que mata Louise es un ciervo, en un capítulo sobre la sed de sangre, la cuestión de la masculinidad y si estamos realmente hechos para cazar y matar. A fines de año, Louise va a cazar a la isla de Lewis para disparar a un ganso para Navidad y reflexiona sobre cómo ha conectado más con la naturaleza y cómo se ha hecho una persona más compasiva.
La escritura franca y divertida de Louise Gray nos anima a todos a volver a conectar con el campo y que aceptemos la responsabilidad de que haya animales en nuestros platos.