Este libro quiere ser una contribución al reconocimiento de los árboles notables como patrimonio nacional, allanando el camino para una legislación que los proteja de manera efectiva. Es parte de la iniciativa para proteger árboles notables, con el apoyo de Alain Baraton y Allain Bougrain-Dubourg. Ofrece al lector un sorprendente recorrido por Francia para encontrar los árboles más antiguos, que van desde lo inusual a lo venerable, desde lo histórico a lo legendario. Los patriarcas están a veces en milenios de antigüedad. Sus troncos huecos nos esperan serenamente. Para ellos, el tiempo no tiene la misma dimensión que para nosotros. Nuestra única urgencia es protegerlos.