Un kilómetro cuadrado de selva tropical contiene miles de especies de plantas y animales. Muchas de las especies más coloridas y singulares que habitan estas selvas, como los tucanes, monos, murciélagos o colibrís, forman una componente importante de la infraestructura que sostiene la vida en el bosque tropical. Esas especies que se alimentan de frutas y néctar contribuyen a la polinización o a la dispersión de las semillas de centenares de plantas tropicales que, en contraste a lo que sucede en latitudes temperadas, dependen por entero de los animales para su reproducción. En esta obra se presenta una evaluación del conocimiento contemporáneo sobre las interacciones simbióticas entre los frugívoros y nectarívoros tropicales con las plantas que producen el alimento.