Comprender el funcionamiento de los ecosistemas requiere de la comprensión de las interacciones entre el consumo que hacen las especies de sus recursos. ¿Cómo afectan estas interacciones a las variaciones de las abundancias de las poblaciones? ¿Cómo determinan las abundancias de las poblaciones el impacto de los depredadores sobre sus presas? El punto de vista defendido en este libro es que el modelo nulo, que tienden a utilizar la mayoría de los ecólogos (derivado de las ecuaciones de Lotka-Volterra) es inapropiado porque se supone que la cantidad de presas consumidas por cada depredador no es sensible al número de sus congéneres.
En este libro, los autores argumentan que la cantidad de presas disponibles por depredador (en lugar de la abundancia absoluta de presa) es el determinante básico de la dinámica de depredación. Los cambios en el paradigma fundamental de la interacción depredador-presa tienen consecuencias de gran alcance, que van desde la coherencia lógica de la ecología teórica a las cuestiones prácticas de eco-manipulación, el control biológico, o la ecología de la conservación.