Los científicos han estado intrigados desde siempre sobre si es posible o no atribuir emociones familiares a los animales. Sin embargo, recientemente las cosas han comenzado a girar hacia la dirección opuesta, estando la antropóloga Barbara K. King al frente de esta corriente. Ella defiende que no solo podemos atender y prestar atención a las emociones de los animales, sino que debemos hacerlo. En esta obra trata los temas de las emociones en animales, relatando muchas historias sobre ello, provenientes de diversas fuentes -granjeros, naturalistas, hogares y otros- de los animales llorando la pérdida de compañeros, parejas o amigos. El resultado es una obra interesante y al mismo tiempo ambiciosa.