Una teoría revolucionaria y fascinante sobre la importancia de la producción cultural en la evolución humana. Kevin Laland nos muestra cómo las actividades aprendidas y transmitidas por nuestros ancestros han modelado nuestros intelectos mediantes ciclos acelerados de feedback evolutivo. Las características únicas de nuestra especie -nuestro lenguaje, inteligencia, capacidad de enseñar y cooperar- no se trata de respuestas adaptativas a los depredadores, las enfermedades u otras condiciones externas. Laland nos muestra cómo el resto de animales son capaces de innovar, imitar o tener tradiciones creadas por ellos mismos. Una propuesta científica original y rompedora que sostiene cómo la cultura ha transformado la evolución humana.