El turismo es una de las actividades económicas más importantes entre las actividades no agrícola en las regiones montañosas. En este tipo de zonas el valor estético de la tierra es de por sí uno de los activos más importantes para las comunidades locales que por otro lado suelen ser relativamente pobres. El crecimiento de la población y la creciente demanda a nivel individual de varios artículos no agrícolas ha expandido la demanda de bienes más allá de las prácticas tecnológicas tradicionales de las comunidades de montaña y las distintas sensibilidades culturales. Estas iniciativas del gobierno sólo han reflejado los modelos occidentales de desarrollo del turismo en lugar de potenciar vías de desarrollo apropiadas, basadas en la necesidad de estrategias para el aprovechamiento del potencial económico local. Este libro examina el ecoturismo y la conservación de la biodiversidad bajo el último prisma.