Charles Darwin tuvo problemas para explicar cómo cuarenta mil abejas que trabajan en la oscuridad, al parecer sólo por instinto, podían organizarse para construir algo tan perfecto como un panal de miel. ¿Cómo cumplen las abejas esas tareas increíbles? Sintetizando los resultados de décadas de experimentos, este libro presenta una visión global de los mecanismos genéticos y fisiológicos que subyacen a la división del trabajo en las colonias de abejas y explica cómo el comportamiento social complejo de las abejas ha evolucionado a lo largo de millones de años.
Robert Page, uno de los principales genetistas de las abejas, arroja luz sobre cómo surge la actividad coordinada en las colmenas, de forma natural, cuando las abejas obreras responden a los estímulos de su entorno. Las acciones que realizan a su vez alteran el medio ambiente y por lo tanto cambian los estímulos para sus compañeros de nido. Por ejemplo, cuando una abeja detecta amplias reservas de polen en la colmena se inhiben de alimentarse por más tiempo, mientras que la detección de la presencia de larvas jóvenes estimulará el hambre y en consecuencia la recolección de polen. La división del trabajo, es un producto inevitable de la vida en grupo, porque las abejas individuales varían genéticamente y fisiológicamente en su sensibilidad a los estímulos y tienen distintas probabilidades de encontrarse y de responder a ellas. Una obra en la que se aplica la genómica, la evolución y el comportamiento de dilucidar los detalles de la estructura social y avanzar en nuestra comprensión de los sistemas adaptativos complejos en la naturaleza.