Desde el agua que beben hasta los árboles donde suben, los niños están conectados con el mundo natural de una manera sorprendente e intensa. Con un texto sencillo y poético y unas ilustraciones exquisitas, este libro es mucho más que una simple introducción a estas conexiones: despierta la imaginación de los niños, inicia conversaciones y atrae a lectores de todas las edades.